viernes, 29 de junio de 2012

HOMENAJES A DOÑA CARMELITA GONZALEZ HERNANDEZ

 

   

El club de servicio activo 20-30 con domicilio social en Actopan Hidalgo, extendió el 16 de julio de 1968, DIPLOMA AL MERITO, que a la letra dice:


ACTIVO 20-30 de ACTOPAN HGO. OTORGA EL PRESENTE DIPLOMA AL MERITO A LA SEÑORA DOCTORA MARIA DEL CARMEN GONZALEZ HERNANDEZ,

Como testimonio de reconocimiento a su caritativa y humanitaria labor desarrollada en la practica de la medicina, en beneficio de los diferentes sectores sociales de la región.

Actopan. Hgo., a 16 de julio de 1968.

Sinceramente en Activo 20-30

ENRIQUE ALAMILLA HERNANDEZ
Presidente

CARLOS URIBE CASTAÑEDA
Secretario

RAMON CASTRO RODRIGUES
Tesorero

JOSE LUIS ECHAVARRI PEREZ
1er Director

LEOBARDO GUZMAN PAREDES
2o Director

En ocación del Centenario de la Erección del Estado de Hidalgo, dentro de las celebraciones organizadas para el fausto acontecimiento, el Gobierno convocó a su pueblo para que cada municipio que lo compone designara al Ciudadano más distinguido en el campo de la cultura, de la historia, de la acción social o en cualquier otro aspecto de la ciudadanía, digno de ser captado por la historia.

Merecedora a esta designación lo fue Carmelita González Hernández y un monumento en su honor se levanta en la Plazuela Lic. Benito Juárez García, así lo hace saber.



El escritor actopense Jóse Ayala Martínez en fecha tan significativa para los hidalguenses, dio a conocer el siguiente florilegio:

De acuerdo con la noble tradición mexicana, de exaltar a sus mas nobles valores, el Gobierno de Hidalgo, en conmemoración solemne del I Centenario de la erección de este Estado, convocó a su pueblo para que, en cada municipio designara al Ciudadano mas distinguido en el campo de la cultura, de la historia, de la acción social o de cualquier otros aspectos de la ciudadanía, y en esta fecha memorable rendirle un sentido homenaje.

Los actopenses, con iluminación festiva en nuestros corazones, recorrimos anciosamente las distintas etapas de la vida de este pueblo señero y en cada una de ellas encontramos altos valores dignos del arquetipo, de la consagración y de la ofrenda; merecedores de adelantar el paso a los demás en los eliseos del agradecimiento terreno.

Y de pronto, como si la gratitud del pueblo humilde se elevara en plegaria, de nuestros labios brotó al unísono un nombre... era una dama sencilla y buena, cariñosa y noble.  

¡CARMELITA GONZALEZ HERNANDEZ!



Y ante nuestro espíritu, en sentida evocación, se nos reflejó ella como un inspirado poema de ternura entre la orfandad de la tierra y diamante tembloroso de las constelaciones, y la admiramos en la plenitud de su labor incansable que parece haber sido arrancada a las viejas paráforas cristianas.

¡Toda una vida entregada en hacer el bien, socorriendo al menesteroso, siendo panacea del enfermo, consolando al atribulado, tendiendo la mano amiga y entregando su mayor sonrisa y su mejor consuelo!




Y es que ella ha sido una columna de ternura, que partiendo de la tierra como una oración, llega hasta el más diáfano de los cielos para arrullarnos en su canto de amor.

Y es que siempre ha tenido sus brazos abiertos, como una cruz de dulzura, recogiendo el paso de nuestros afanes y haciendo que su palabra suave caiga sobre nuestros corazones con un desmayo de pétalos llorados, con un temblor de lágrimas y un aroma copioso de santidad y de recogimiento.

Por eso hoy hemos venido junto a usted, ¡CARMELITA!, trayendo enmedio de una sonrisa de rojos claveles, la ratificacion del titulo que merece: CIUDADANA MAS DISTINGIDA DE ACTOPAN.



Hemos venido a dialogar con usted, que desde hoy será eterna en los confines de nuestros ideales y de nuestros sueños. Hemos venido a decirle que siempre buscaremos sus manos generosas que han curado tantos y tantos dolores; esos ojos divinos que han iluminado muchas penas, esos labios que nos han revelado que aún hay  seres en la Tierra que siguen la doctrina del Divino Maestro. En su honor, hemos venido a decirle que en lo sucesivo queremos ser mejores y que procuraremos estar más cerca de la estatura de sus sueños.



Y ninguna ocación más apropiada que ésta, para decirle en término a mi palabra, las sentidas frases de un cantor contemporáne; y se las digo conmovido porque así me han pedido quienes la quieren, la respetan y la veneran; es un nuevo título que reverente le pido acepte;

¡CARMELITA! ¡MADRE NUESTRA!

Para llamarte bondadosa y buena,
para decirte resignada y santa,
es bien poca la voz de mi garganta,
hay otra voz más pura y más serena.
¡MADRE NUESTRA!

Tuyo es nuestro ser,
 nuestro ser entero, 
y es tal la devoción con que te admiro
y tal la intensidad con que te quiero,
que tan sólo en la bruma de un suspiro
cabe el beso de gratitud que a darte aspiro,
como si fuera un celeste mensajero.

Actopan, Hgo., a 16 de enero de 1969.


Maria del Carmen González Hernandez empesó a ejercer la medicina en el año de 1905 y en reconocimiento de los tres cuartos de siglo de su apostolado en bien de los desvalidos, el Ayuntamiento de la ciudad de Actopan Hidalgo, lanzó un decreto por medio del cual la antigua calle de Santiago Robles, que hace esquina con la de Allende --aquí está ubicada su farmacia--, en lo sucesivo lleve su nombre, develándose la placa que dice:






El programa alusivo, fue como sigue:

1.- Lectura del Decreto por medio del cual la H. Asamblea Municipal de la ciudad de Actopan, Hgo., concede que la calle de Santiago Robles lleve a partir de esta fecha el nombre de la señora Mária del Carmen González Hernández, por el C. Lic. Simón Montufar Castro, Presidente de la H. Asamblea Municipal.

2.- Develación de la placa alusiva por el C. Lic. Mario Espinosa Cortéz, Presidente Municipal Constitucional.

3.- Juan Hernández Angeles también rinde homenaje a Carmelita González Hernández, con la recopilacion de datos biográficos proporcionados por la propia festejada y los cuales son dados a conocer por el C. Jaime Galindo Moreno.

4.- Actuación musical por el grupo "Los Actopenses", con el requinto de Los Trovadores del Recuerdo.

5.- José Echavarri Péres, da lectura a la pieza oratoria compuesta por el escritor Jóse Ayala Martínez, dada a conocer por su autor el 16 de enero de 1969, en ocación del I Centenario del Estado de Hidalgo y en honor de Carmelita González.

6.- Palabras por el C. Lic. Jesús Quijano Lara, que fueron una sentida remembranza.


Vivo sin Vivir en mi

Santa Teresa de Jesús

Vivo sin vivir en mi, 
y de tal manera espero,
 que muero porque muero.

Vivo ya fuera de mi,
despues que muero de amor; 
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí. 
Cuando el corazón le di
puse en él nuestro letrero: 
que muero porque muero.

Esta divina prisión
del temor con que yo vivo, 
ha hecho a Dios mi cautivo, 
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero, 
que muero porque no muero.

¡Ay  que larga es esta vida!
¡Que duros estos destierros!
Esta cárcel, estos hierros 
en el que el alma está metida. 
Solo esperar la salida 
me causa dolor tan fiero 
que muero porque no muero.

¡Ay, que vida tan amarga 
donde no se goza al Señor! 
Porque si es dulce el amor, 
no lo es la esperanza larga; 
quiteme Dios esta carga 
más pesada que el acero, 
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza vivo 
de que he de morir, 
porque muriendo el vivir 
me asegura mi esperanza; 
muerte donde el vivir se alcanza, 
no te tardes, que te espero, 
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte; 
vida, no me seas molesta, 
mira que solo te resta, 
para ganarte, perderte; 
venga ya la dulce muerte, 
el morir venga ligero, 
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba, 
que es la vida verdadera, 
hasta que esta vida muera, 
no se goza estando viva; 
muerte, no me seas esquiva; 
viva muriendo primero, 
que muero porque no muero.

Vida, ¿que puedo yo darte,
 a mi Dios, que vive en mí, 
si no es el perderte a ti 
para merecer ganarte? 
Quiero muriendo alcanzarte,
 pues tanto a mi Amado quiero, 
que muero porque no muero.
   
   

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